Se pueden agrupar los trastornos en tres grupos:
- Disocial, con una prevalencia en la población general de entre un 1,5% y un 3,4%, incluye acoso, amenazas, peleas.
- Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), que supone la dificultad para mantener la atención e impulsividad y afecta entre un 3% y un 7% de la sociedad.
- Trastorno Negativista Desafiante (TND), que afecta a entre un 3% y un 8% y provoca comportamientos desafiantes, hostiles, desobedientes.
Los expertos consideran que la aparición de estos trastornos de comportamiento suele venir derivada de situaciones de riesgo, que se generan tanto en el entorno personal como en el familiar.
Una de estas situaciones son los cambios sociales vividos a partir de la crisis económica y la forma cómo han afectado a las familias, que ha contribuido al incremento de los problemas de conducta que presentan los niños y adolescentes.
El 60,5% de las familias encuestadas afirman que han observado síntomas de problemas de conducta en sus hijos, aunque la presencia de un posible trastorno se situó en el 15%. El estudio muestra una descoordinación entre familias y docentes en la detección de los trastornos, ya que más del 50% de las familias afirmaron que en el centro no habían detectado el trastorno. Por otro lado, las familias no habían comunicado los problemas e la escuela por considerar que no eran un problema escolar o por desconfiar de la capacidad del centro para gestionar estos casos.
Informe publicado por el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, en colaboración con Laboratorios Ordesa.
"Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz."
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